martes, 12 de julio de 2016

El Cedro Rojo


En nuestra ultima publicación contamos la leyenda del Pájaro Toh y como había perdido su hermoso plumaje al negarse a realizar cualquier trabajo, alegando ser "un aristócrata, no un obrero" bueno pues hoy les vamos a contar una historia donde Toh o en este caso la Reserva Toh si se encuentra trabajando y muy duro en favor de nuestro ecosistema.

El Cedro mexicano o Cedro rojo  es un árbol que tiene de 20 y hasta 45 m de altura, es originario de América tropical pero ampliamente cultivado en África y Madagascar. Habita selvas diversas desde el sur de Tamaulipas hasta el norte de Chiapas y la península de Yucatán.

Sus brotes tiernos sirven de alimento a las iguanas, sus semillas a pericos y su néctar a abejas sin aguijón. Junto con la Caoba ha sido la especie maderable más importante en México.

Esto trajo como consecuencia que el cedro Rojo a la fecha se encuentre en peligro de extinción, es por ello que en el año de 2013 la Reserva Toh en conjunto con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), comenzó a trabajar para la recuperación y salvación del cedro y a la fecha es la plantación más grande que hay en el estado con 50 hectáreas de este árbol.

La CONAFOR, a través del programa de Manejo de la Vida Silvestre, entregó recursos para el apoyo y beneficio de este bosque y se sembraron 46 mil ejemplares en 50 hectáreas, en la actualidad son 43 mil, los resultados obtenidos de supervivencia, crecimiento, sanidad y vigor, muestran que el cedro rojo tiene una buena adaptación y crecimiento en la zona.

Registros que destacaron en la evaluación de índice de sobrevivencia inicial que realizó la CONAFOR, permitió conocer el estado de salud y muestreo de la población real que dio un resultado de 92% de sobrevivencia y 94% de sanidad, por lo que fue declarado una plantación de éxito.

Para la plantación trajeron semillas de esta especie de cedros de un vivero forestal certificado en el estado, el proceso de germinación la hicieron a través de un almácigo, huerto ecológico preparado con nutrientes y utilizaron un fertilizante orgánico llamado bocashi, un poco de gravilla y se riegan cuando empiezan a crecer, la plántula se pasa a una bolsita con tierra aparte.

Un total de 160 toneladas de bocashi se prepararon para la siembra de esas semillas, en la actualidad utilizan el sistema jiffy, un empaque de malla biodegradable que no dañan las raíces.

El diseño del boque de cedros rojos es un proceso a largo plazo, se calculan 10 años, pues la intención es que sea dentro de la reserva un sendero de paseo agradable por la frondosidad de los árboles.

El plan de manejo de plantaciones forestales, que en este caso es de cedros, contempla a los ocho años una poda de aclareo, necesaria para liberar a los árboles de ramas secas, rotas, enfermas de plagas y mal ubicadas, para que sean resistentes a los vientos fuertes y no se caigan.

Con el programa de Sanidad Forestal obtuvieron recursos para el mantenimiento el control de las plagas, al cedro rojo lo atacan los escarabajos por la parte de abajo y las mariposas de la especie hypsipylagrandella que deposita en los alto de los brotes tiernos de estos árboles y al eclosionar los huevos nace el gusano barrenador.

Para las mariposas tienen 300 trampas de olor a las que le colocan vinagre, melaza y agua que atrae a las mariposas y quedan atrapadas para que no hagan daños a los cedros, si encuentran en cada una alrededor de 20 quiere decir que tienen que fumigar.


Para evitar a los escarabajos pintan el tronco con cal y óxido de cobre como prevención que hace que el insecto evada por el olor subir a ese árbol.

sábado, 9 de julio de 2016

La leyenda del pájaro Toh



Divertirse, disfrutar y vivir el Caribe mexicano se puede hacer a través de sus playas y de su fascinante riqueza natural, Puerto Morelos está rodeado de una exuberante selva tropical, un paraíso terrenal en donde se puede encontrar la mágica Reserva Toh, una reserva natural con un ecosistema de lo más asombroso.

En este nuestro primer Blog queremos compartirles una antigua leyenda Maya que nos cuenta la historia del Pájaro Toh, una hermosa ave de bellos colores que inspiro el nombre de nuestra reserva natural.

El solitario pájaro Toh

(leyenda popular Maya)

El Toh era uno de los pájaros reales que vivían en el reino de las aves de la tierra maya, en tiempos remotos.

En aquel entonces, tenía una larga, delicada y brillante cola de muchos colores, que lo hacían verse tan hermoso como el mismo rey Kukul. Por eso era admirado por las otras aves. Pero esto lo volvió orgulloso y arrogante.

En lugar de trabajar, se reunía con otros pájaros reales en las más frescas profundidades de la selva, donde pasaba todo el día contando historias y alimentándose en las tardes de insectos y lagartijas. Aún entonces, el Toh pedía a sus compañeros que le buscaran la comida, para no maltratar las plumas de su larga y hermosa cola.
Una tarde, negras nubes aparecieron en el cielo anunciando tormenta. Se convocó entonces a una reunión de emergencia de las aves para protegerse, asignando a cada una su tarea específica.

Chujut, el carpintero; Panchel, el tucán y Mox, Xtut y Exikin, los pericos y guacamayos, se dedicaron a cortar ramas para construir un refugio. Bach, la chachalaca y Cutz, el pavo de monte, llevaron las ramas más pesadas. Los pájaros pequeños, como cuervos y oropéndulas, se encargaron de juntar pastos y pequeñas plantas para cubrir el refugio.
Otras aves colectaron frutos y semillas como alimento, y algunas más se dedicaron a alertar a los animales de la selva. Entre todas ellas, Oc, el zopilote rey, actuó como jefe.
Sólo el pájaro Toh se negó a realizar cualquier trabajo, alegando ser "un aristócrata, no un obrero". Las demás aves le decían que todos lo iban a sentir mucho si la tormenta los encontraba desprevenido y le urgían a trabajar con ellos. Indignado el elegante pájaro, tomó su lugar entre los constructores del refugio. Pero no pasaron muchos minutos y ya se sentía cansado y sudoroso, de modo que esperó a que nadie lo viera y se escapó metiéndose entre los arbustos cercanos.

Ahí encontró un buen lugar para esconderse: las grietas de una pared de piedra. Se metió en el agujero, se acurrucó y se dispuso a dormir. Convencido de la efectividad del escondite, no se dio cuenta de que su larga cola colgaba fuera del refugio, sobre un camino donde los trabajadores pasaban con su carga.

Tiempo después, el pájaro Toh se despertó y escuchó a los otros pájaros cantar. La tormenta había terminado sin hacer mucho daño y todo el reino de las aves se regocijaba por la buena suerte. Salió de su agujero y voló hacia el refugio, donde preguntó a las demás aves si también se sentían cansados como él luego del exhausto trabajo realizado. Todos los pájaros asintieron, pero aseguraron que la labor fue necesaria para salvar el bosque y sus habitantes de lo que pudo convertirse en un gran desastre.

Entonces, los pájaros reales llamaron al Toh y juntos volaron a su lugar favorito para posarse entre la selva. Como siempre, el Toh se colocó en el lugar más alto del grupo, para que todos pudieran admirar su hermosa cola. En eso, uno de los compañeros del grupo se empezó a reír de Toh, señalando su cola. Poco a poco todas las demás aves hicieron lo mismo, diciéndole: -Tu cola está arruinada. Seguramente la dañaste cuando trabajaste tanto como dices".

El pájaro Toh estaba seguro de que aquello era una broma, hasta que se miró y vio sólo dos largas varas desnudas colgando y terminando en un pequeño conjunto de plumas, como dos flechas.

Horrorizado, se dio cuenta de lo que había ocurrido mientras dormía. El engreído pájaro reconoció su culpa, pero no podía soportar que sus amigos supieran la verdad. Su orgullo pudo más que él y se alejó volando hacia la parte más inaccesible de la selva. Ahí cavó un hoyo en un banco de material y se metió en él.

Hasta nuestros días, el Toh permanece como recluso en la selva, evita a las otras aves y hace su casa en un agujero.